Daniel Barber Farré

Politizarse hoy, respuesta urgente, fuera de tiempo,
aunque politizarse siempre resulta "fuera de tiempo"

trabajo con colectivos ecologistas que lideran luchas ambientales desde la sociedad civil, llevamos años dando vueltas alrededor de unos problemas que cada vez crecen más. Parecen un cuento de Kafka:  una montaña de treinta millones de toneladas de sal pura de cocina, autorizada continuar creciendo hasta doblarse, ya es la montaña más alta de la comarca, las primeras luchas  empezaron hacia 1910, las hemos heredado de padres a hijos mientras la montaña seguía creciedo; o tal vez diez millones de cerdos dispesos en Catalunya, puestos uno detrás de otro darían la vuelta al planeta, el paisaje de comarcas enteras convertido en un sumidero de purines: granjas cerradas de cemento rodeadas de miles de hectareas de monocultivos de forraje destiandas a exterder los purines, un minimalismo que apesta; o tal vez  la misma defincion de un rio trasformada administrativamente para poder ubicar areas residenciales estrategicas: ciudades intemedias para futuros crecimientos demográficos que ya se estan planificando; o tal vez AGBAR, una multinacional que nos cobra la factura del agua en Barcelona, facturación que un juez ha declarado ilegal porque la multinacional no tiene contrato de concesión, es decir se le cedió el servicio del agua incondicionalmente, sin contrato alguno...

sobre todos estos problemas hemos hecho alegaciones, acciones, nos hemos manifestado, hemos sido interlocutores durante años con la administración buscando desarrollar un modelo de democracia deliberativo y al final nos hemos dado cuenta que el motor del problema es otro: la especulación, el flujo imparable del capital sobre el territorio, la suplantación del paisaje y la pérdida de memoria (una especie de alzeimer territorial), la inscripción del poder sobre el territorio (los discursos de los alcaldes y de los presidentes de las corporaciones que acaban en toneladas de cemento), la arbitrariedad corrompida de la definición de un limite entre la zona urbanizable y la que no lo es.
Me he sentido jugando una partida de ping-pong con la admistración, cada problema una pelotita, cada pelotita unas reuniones, alegaciones, quizà demandas pero al final siempre ganan los mismos. Las reglas del juego estan hechas para que no podamos ganar.

¿Que significa politizarme? Dejar la raqueta de ping-pong sobre la mesa, dejar que caiga la pelotita y empezar el relato....