Rubén Díaz

Politizarse hoy pasa por hacer gestos radicales (que vayan a la raíz) en una vida cotidiana-cárcel-campo de batalla marcada por el nomadismo, por lo cambiante, por la transformación, una metamorfosis-palimpsesto infinita. Sólo quedan gestos porque el mundo es un lugar demasiado complejo para asirlo de modo inquebrantable, de manera definitiva. Y no contar con esta desorientación implícita de los espacios anchos y diáfanos que habitamos (cuanto más grandes, más difíciles de ocupar) es no conocer las reglas del juego. Gestos radicales para reescribir esas reglas del juego. Y para reescribir las reglas del juego hay que jugar. Para destruir el juego hay que hacerlo conociendo su lógica interna. Hay que hackear su sentido primitivo.

Combine esta idea de ser “políticamente irresponsable”, irreverente, esta idea de salir al afuera, con la necesidad de sobrevivir día a día (el trabajo, la familia, las obligaciones fiscales, la pareja, los amigos, la salud, ) y obtendrá un título intangible con su nombre y apellidos, encabezado por la palabra “ciudadano”.

Rubén Díaz - ZEMOS98 - @rubendiaz