Iván Domingo


me de rabia lo fácil que ha sido, al publicar, por mi parte, abandonarme al no-anonimato, en este blog, quiero decir, publicar con nombre de "cuenta" (¡me tenía que haber desconectado del policía google! Demasiado tarde). Esto ha sido todo un "factor".
Bueno, todos los mejor informados os salvaréis cuando vengan con la Patriot Act en la mano.

A mí también a veces me da repelús, vergüenza ajena, etc., cuando veo muchos nombres propios. Pero depende de la situación.

Yo sigo constatando (por ejemplo con el ejemplo que puse) que una parte muy importante de "lo político" tiene que ver con cierta cosa que podríamos llamar "defender la verdad" (pero no como "trascendencia", sino porque es así, es lo que hay, es el proceso), extraer sus consecuencias, etc.* Y si nos suena mal esto tan simple es que en parte también sucede que estamos "muy perjudicadas/os", así de sencillo. (Si "la mentira", el cinismo, no nos quema los cuerpos es que algo pasa (no lo cubramos con anonimatismo, en la parte en que éste sirve para cubrir, ¡a quien le sirva así!)). (Perdón, pues esto dará repelús quizá a mucha gente, pero es un "espacio" del que hay que hablar.)

Y una de las primeras cosas que diríamos que "la defiende", la verdad, es el hecho de que se conserva con nombres propios, que son como un marcador que dice: 
mira, esto pasó aquí por primera vez y no antes, y delante, y en tal proceso, pues estaban y están tales condiciones y no otras: 
y entre ellas pepita, fulanito y menganita, con sus historias personales, sus pringues, y lo que quieras, pero ese acontecimiento les sumergió en una vía que creo que es también la de una "auténtica despersonalización": 
poder unirte propiamente (de lo cual usar el "nombre propio" es un efecto), singularmente, al acontecimiento: para mí no hay cosa más impersonal que eso. Y es además para muchas cosas "lo originario".


Es sencillo, hablo del campo de lo que nos creemos son "ciencias": 
la medicina ahora mismo es de lo más irracional (por desarticulado y caótico en sus presupuestos e hipótesis; y no vale, curiosamente, hablar de que en realidad hoy son "tecnociencias"; es increíble comprobarlo, lo recomiendo). Existe la manera de no hacer la medicina así, y de no ser cínicos ante el hecho de que esto se pueda hacer (y aquí nos estamos jugando muchas pasiones tristes y enormes presupuestos, en dinero digo).

El "anonimatismo" lo asocio cada vez más, en parte, a esta especie de septicismo (de séptico) de las conciencias, del que habla Stiegler (echar a la basura la singularidad).
(Septicismo…: que viene de "séptico", ese adjetivo que usamos para las "fosas sépticas".)
También está claramente asociado con la justificación y mantenimiento de los respectivos campos separados, guettos (intelectuales, etc.). 

Volviendo al septicismo: lo entiendo viendo toda la "kk" que nos hemos tragado "inconscientemente" —y no ver aquí ningún matiz moralista ni "mierdista"—, ver todo eso que hemos aprendido a dejarnos echar, en "las conciencas" —y no ver aquí matiz "moral": es "material", en tanto que éstas no quieren ser un atajo desligado de pulsiones al servicio del marketing-industria (si "sí lo quieren", entonces entiendo que se acabó el pensamiento, se acabó todo lo que aquí escribís/escribimos, no tiene sentido). 

Si algunas de vosotras/os habéis tenido la suerte de nacer en un medio con la concienca poco proletarizada (con familia de profes y cosas así), qué bien; pero mucha gente no. Y no me gusta el tono general del discurso donde se evita por sistema el hacer algo con eso, como si no fuera nada.

> Si la politización es buscar ese enfrentamiento no queda otra forma que hacerlo a través del anonimato.

Tú lo has dicho: "si es eso".
No creo que sea para nada eso, no solamente (como supongo que nadie lo creerá).

Centrarse en eso como politización…, quizá podemos contextualizar ese centrase ahí. Podría ser contextualizable con nuestra forma de vida en la "megaurbanización" permanente en que vivimos, en tanto supone y supuso una cierta catástrofe con una cierta historia (que es así, no quiero juzgar de entrada), para las formas de vida, con todo eso que supone el megadispositivo que conllevan nuestras urbes.

Esa megaurbanización que posibilita y posibilitó la (auto)destrucción, "desprecio", (primera etapa de la valorización capitalista) —y no la (co)transformación "creativa"—, de todo el tema de los usos y formas de vida en el campo, por ejemplo. 

Megaurbes que se extiende ya por "todos" lados, desde luego, porque son en parte dispositivos de normalización-control de esta especie de imperio.

Esta megaurbanización va asociada a una especie de infantilización, en ese proceso "uterificante" que suponen los megadispositivos —tampoco hay "moral" aquí—, infantilización generalizada, que tenemos que mamar sí o sí en las ciudades: con papá médico, etc.

En todos esos campos (por ejemplo, papel de los expertos y las normas, y vías trilladas en la hipercivilizada urbe repleta de "mentiras" —como ocurre en la medicina), están las luchas ya; ya están ahí, desde luego. 

Y en este contexto simplemente expresar que no me convence lo que llamé "el anonimatismo", me sienta mal leer esos comentarios teniendo lo otro en mente, cuando lo leo es como si viera un atentado suicida, me parece algo que hace sistema con ese anti-sistema que llamamos capitalismo; y a veces me parece que podría no ser del todo incorrecto relacionarlo con ese cierto (micro)fascismo de vanguardia, nihilista-"surrealistas". 
Me siento mal con eso (y me siento mal conociendo los nombres y apellidos de tanta gente que promulga el "anonimatismo", en parte me da vergüenza ajena, pena y risa ver cómo la impotencia es como si a veces se disfrazara de impotencia).

¡salud!

____
* en plan Badiou, pero sin ser "dogmáticos"; es que simplemente hay cosas escandalosos que nos afectan a todos en cuanto a la verdad ahora mismo y que son "acontecimientos" y esas cosas; y todo el lenguaje del yo rompo esto y me escondo, yo me anonimizo, y demás, pues como que a veces no va mucho con esto.